Un celular y la mala relación entre ellos, orilló a un adolescente a matar a sus padres; su hermana tampoco se salvó
Nadie se hubiera imaginado que la mala relación que mantenía con sus padres adoptivos, orillaran a un adolescente a asesinarlos, y no conforme con ello, también a su hermana, ya que ella representaría un testigo incómodo de su cruel crimen, pero así ocurrió con un joven de 16 años en Sao Paulo, Brasil. Los hechos ocurrieron el 17 de mayo de 2024 y aunque ya fue detenido, su historia conmocionó a la opinión pública por la forma tan fría en la que narró a la policía militar cómo ocurrió todo.
El joven decidió perpetrar este multihomicidio con una pistola que pertenecía a su padre de 57 años, ya que era guardia municipal, pero no todo quedó ahí, él fue a la primera persona a la que le arrebató la vida de un tiro en la nuca cuando se encontraba en la cocina de su domicilio. Acto seguido también le disparó a su hermana en la cara, luego de que ella se asustará al oír la detonación y preguntara desde el primer piso de la vivienda sobre lo ocurrido.
Apuñaló el cuerpo de su madre tras dispararle
Ese mismo día, tras cometer estos dos crímenes, fue al gimnasio y volvió a casa para aguardar a que regresara su madre del trabajo, quien al descubrir el cuerpo de su marido en la cocina, fue sorprendida con un balazo en la espalda. El joven no se conformó con ello y al siguiente apuñaló el cuerpo de la mujer que habría fungido como su madre adoptiva.
El asesino confesó a la policía militar haber convivido todo el fin de semana con los tres cadáveres y en el momento en que se atrevió a revelar su multihomicidio, los cadáveres comenzaban ya a descomponerse. En tanto que el arma utilizada fue hallada todavía cargada en una mesa del domicilio.
Confiesa el motivo de sus crímenes
Una vez que fue arrestado, el joven brasileño narró cómo ocurrieron los hechos; sin embargo, en ningún momento nunca mostró un dejo de arrepentimiento, incluso reveló a la comisaría, el insulso motivo del asesinato: una fuerte discusión el jueves 16 de mayo.
Según medios de comunicación brasileños, sus padres lo llamaron “vagabundo”, que sería algo como "holgazán" y le quitaron su teléfono celular, por lo que no pudo presentar un trabajo de la escuela. El adolescente ya fue trasladado a un centro de detención de menores.
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