Tim Walz, gobernador de Minnesota, acepta el reto
Tim Walz, gobernador de Minnesota y elegido por Kamala Harris para ser su vicepresidente, llegó el miércoles a la Convención Nacional Demócrata para aceptar la nominación que marca un antes y un después en su vida y lo colocó de manera formal en la reñida pelea por la Casa Blanca.
Walz agradeció a la vicepresidenta Harris por la confianza de ser parte de la campaña demócrata. Alagó a Joe Biden por sus 4 años de liderazgo histórico "es un honor de vida para mí aceptar ser el vicepresidente" dijo.
"Todo el mundo pertenece y todo el mundo tiene una responsabilidad", mencionó al contar su paso por la Guardia Nacional del Ejército, en la cual estuvo 24 años. Su padre falleció de cáncer de pulmón y agradeció la ley que le permitió salir adelante e ir a la universidad.
Walz mencionó su amor por la docencia "no hay que subestimar a un profesor de la escuela pública". Resaltó sus estudios sociales y dijo que fue entrenador en una escuela secundaria.
Walz, de 60 años, vive días de vértigo. Se ha convertido en carismático motor en la naciente y efervescente campaña de Harris, quien se medirá el 5 de noviembre con el republicano Donald Trump en las presidenciales estadounidenses.
Poco conocido fuera del estado de Minnesota, Walz tiene una hoja de vida atípica, con una experiencia militar de décadas, pero también como profesor de geografía y entrenador de fútbol americano.
Walz "es el tío con el que quieres pasar tiempo. Cada vez que viene a casa, te da mucha ilusión", comparó familiarmente Jaime Harrison, presidente del Partido Demócrata.
En su alocución, el candidato a vicepresidente habló sobre sus orígenes en Nebraska, donde trabajó en la granja familiar, en una apuesta por conectar con el corazón de EU, una población en la que Donald Trump ha encontrado considerable apoyo.
Antes de que Walz aceptará la nominación, el expresidente Bill Clinton dijo al pedir el voto para la candidata presidencial demócrata, Kamala Harris, que es lo correcto, pero advirtió también que "hemos visto en más de una elección como escapa de nuestras manos".
Clinton dejó ver su convicción de que la elección será reñida y criticó a Trump por ser, entre otras cosas, un narcisista. "La próxima vez que lo escuches, no cuentes las mentiras, cuenta los Yoes", dijo.
Entre los asistentes a la convención estaba su esposa Hillary Clinton, candidata presidencial demócrata en 2016 y derrotada por el expresidente Trump en el Colegio Electoral aunque ella ganó el voto popular.
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