Texas expulsará a la frontera a los inmigrantes detenidos en ese estado
El gobernador de Texas, Greg Abbott, autorizó el jueves a las fuerzas estatales a detener a los migrantes y devolverlos a la frontera entre Estados Unidos y México, superando los límites de sus poderes como gobernador del estado.
Abbott autorizó este jueves a las autoridades estatales a regresar a los puertos de entrada a los migrantes a los que detuvieron, lo que genera un posible enfrentamiento con el gobierno federal, que está encargado de manejar la política migratoria de Estados Unidos.
El gobernador republicano autorizó una orden ejecutiva que y faculta a la Guardia Nacional de Texas y al Departamento de Seguridad Pública de Texas (DPS) a llevar a los puertos de entrada a los migrantes indocumentados a los que detengan.
No obstante, Abbott se abstuvo el miércoles de autorizar a los soldados de Texas y miembros de la Guardia Nacional a llevar a los migrantes a través de los puertos de entrada y hacia México.
Abbott aseguró que la medida pretende “detener la empresa criminal que pone en peligro a nuestras comunidades”.
Desde que el presidente Joe Biden llegó al poder en enero de 2021, Abbott ha emprendido un pulso contra la política migratoria del gobierno, acusándolo de promover una política de “fronteras abiertas”.
“A medida que los desafíos en la frontera las medidas aumentarán, Texas seguirá tomando para abordar los desafíos causados por la Administración Biden”, insistió el republicano al hacer hoy el anuncio.
Jeremy McKinney, presidente de la Asociación Estadounidense de Abogados de Inmigración (AILA), condenó en un comunicado la orden de Abbott. “La estratagema política del gobernador es moralmente censurable e incuestionablemente ilegal”, dijo.
Con esta medida, Abbott ha puesto a prueba los límites de su autoridad estatal, al facultar a las fuerzas del orden del estado a llevar a los migrantes a los puertos de entrada en la frontera, que son administrados por agencias del gobierno federal.
El anuncio se dio dos días después de que las autoridades de varios condados del sur de Texas pidieran “más acción” a Abbott para detener el ingreso de indocumentados, que calificaron de “invasión”.
La declaración de “invasión” hace parte de un movimiento que quiere invocar una declaración de la Constitución de EE.UU., que crearía una base legal para que los estados puedan invocar los poderes de guerra.
La idea ha sido muy criticada por los defensores de los inmigrantes, que han anunciado que el discurso forma parte de la campaña política del gobernador republicano, que busca reelegirse en noviembre.
En este sentido, la autoridad McKinney observó que la Constitución de los Estados Unidos deja en claro que la aplicación de la ley de inmigración es una federal y que los gobernadores de los estados no pueden establecer sus propias políticas.
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