Señales de alerta en niños que han sufrido algún tipo de abuso o bullying

La educación sexual es uno de grandes debates entre padres de familia y sistemas de educación. Los primeros pueden oponerse a que sus hijos reciban información sobre estos temas por miedo a que a su edad no sean capaces de comprender su sexualidad.

Las estadísticas indican que 1 de cada 4 niños y 1 de cada 6 niñas son abusados en su infancia o adolescencia. El agresor puede ser un familiar directo, un maestro, un joven mayor que ellos o cualquier persona que se crea de "confianza", además de un extraño.

También pueden sufrir bullying en la escuela o por parte de un adulto que puede afectarlos gravemente a nivel emocional, por ello es importante que tomes en cuenta estas señales de alerta.

Síntomas de abuso y bullying en niños

Además de reconocer estos signos, debes enseñarles a confiar en ti o cualquier persona de confianza, ya que muchas veces se quedan callados por miedo o amenazas. Es importante conocer a tus hijos, brindarles confianza y hacerles saber cómo tomar precauciones para evitar que sean víctimas de alguna situación grave frente a un adulto.

Entre los síntomas que presentan, están los siguientes:

-Agresividad en su comportamiento

-Hipersexualidad o conocimiento de temas que no corresponden a su edad

-Evita cualquier tipo de contacto físico

-Alteraciones en su rutina de sueño, tienen pesadillas o accidentes en la cama

-Suelen bañarse con frecuencia, cambiarse a solas o

-Bajo rendimiento escolar

-Lesiones físicas o dolor en sus partes íntimas

-Rechazo a personas o lugares que antes frecuentaba

-Cambio en su conducta, sobre todo si eran muy activos, ahora se muestran retraídos o tristes

Bullying Infantil

Si un niño es víctima de bullying escolar o de otro tipo, pueden presentar depresión, inseguridades, cambios en sus hábitos alimenticios, pensamientos suicidas, siempre se menosprecian a sí mismos, se niegan a ir a la escuela, presentan conductas agresivas. También pueden presentar lesiones físicas, perder con frecuencia sus cosas, bajar su rendimiento o aislarse completamente de sus amigos o entorno escolar.