Mujer es sentenciada a 50 años de prisión tras matar a una joven para extraerle del vientre a su bebé

En Chicago, Estados Unidos, una mujer ha sido condenada a 50 años de prisión por el asesinato de una joven embarazada y el brutal acto de extraer a su bebé no nacido de su vientre. Clarisa Figueroa, de 51 años y apodada “Womb rider”, recibió esta sentencia en un tribunal del condado de Cook el martes, luego de declararse culpable de asesinato en primer grado por la muerte de Marlen Ochoa-López, una joven de 19 años, en 2019.

Antes de llegar a un acuerdo de culpabilidad, Figueroa escuchó en la corte el desgarrador testimonio de la familia de Ochoa-López, quienes expresaron que ninguna condena sería suficiente para reparar lo que hizo. "La pérdida de la vida de mi hija es algo que nunca superaré", dijo Raquel Uriostegui, madre de Ochoa-López. Por su parte, Yovanny López, esposo de la víctima y padre de sus hijos, expresó entre lágrimas: "Tu castigo nunca será suficiente porque mi hijo nunca podrá abrazar a su madre de nuevo".

¿Qué es lo que pasó en Chicago?

El crimen fue perpetrado con la ayuda de la hija de Clarisa, Desiree Figueroa, de 29 años. Ambas mujeres atrajeron a la joven madre al hogar de la familia Figueroa bajo la promesa de ropa gratuita para su bebé por nacer. Aunque Ochoa-López ya había visitado la casa el 1 de abril de 2019 sin incidentes, el 23 de abril, las asesinas llevaron a cabo su macabro plan. Mientras Desiree mostraba un álbum de fotos de su hermano fallecido a la adolescente embarazada, Clarisa la estranguló con un cable. Luego, ordenó a su hija que buscara un cuchillo de carnicero y extrajo al bebé del vientre de Ochoa-López.

Después de cometer el crimen, envolvieron el cuerpo de la madre asesinada en plástico y lo arrojaron a un contenedor de basura fuera de su casa. Clarisa llamó al 911, intentando hacer pasar al bebé como propio, y afirmó que el recién nacido no respiraba. Sin embargo, el hijo de Ochoa-López falleció dos meses después debido a graves daños cerebrales.

La policía descubrió esta red de mentiras al investigar la desaparición de Ochoa-López, reportada por su esposo el día después del crimen. Dos semanas más tarde, encontraron el automóvil de la víctima cerca de la casa de las Figueroa. Al inspeccionar el área, los detectives hallaron el cuerpo descompuesto de la joven dentro de un contenedor de basura. Pruebas de ADN confirmaron que el bebé que Clarisa intentaba hacer pasar como suyo era en realidad hijo de Ochoa-López.

Ha sido un proceso largo contra Clarisa Figueroa

Las autoridades revelaron que Clarisa había comenzado a mentir sobre un embarazo poco después de la muerte de su hijo adulto por causas naturales, a pesar de haberse sometido a una ligadura de trompas años atrás. Durante meses, publicó fotos de ultrasonidos y de una habitación de bebé en su página de Facebook mientras planeaba adquirir un recién nacido por cualquier medio necesario.

Desiree Figueroa recibió una sentencia más leve de 30 años por asesinato en primer grado después de aceptar testificar contra su madre como parte del acuerdo de culpabilidad. El novio de Clarisa, Piotr Bobak, quien ayudó a limpiar la escena del crimen, fue condenado a cuatro años de prisión el año pasado por encubrimiento de homicidio.