Mujer encontrada viva en funeraria tras ser declarada muerta

Una funeraria de Nebraska descubrió que una paciente de cuidados paliativos de 74 años que fue declarada muerta en su residencia de ancianos dos horas antes todavía estaba viva, por lo que los trabajadores comenzaron a realizarle RCP y la llevaron de urgencia a un hospital, donde murió horas después.

No está claro con qué frecuencia sucede esto, pero se han reportado al menos dos incidentes similares en funerarias de Nueva York e Iowa en los últimos 18 meses.

La mujer de Nebraska estaba bajo cuidados paliativos en el asilo de ancianos The Mulberry en el suburbio de Waverly en Lincoln antes de ser declarada muerta el lunes por la mañana, según la Oficina del Sheriff del condado de Lancaster.

Los trabajadores de Butherus Maser & Love Funeral Home notaron que todavía respiraba justo antes del mediodía, inmediatamente después de colocarla sobre la mesa de embalsamamiento, dijo el jefe adjunto Ben Houchin.

"No puedo imaginar su conmoción", dijo el martes.

La mujer fue trasladada a un hospital de Lincoln, donde murió el lunes por la tarde.

La oficina del sheriff está investigando lo sucedido, pero Houchin dijo que los investigadores no habían encontrado ninguna evidencia inicial de que se hubieran violado las leyes. Dijo que es común que los hogares de ancianos no llamen al departamento del sheriff cuando muere alguien que ha estado bajo cuidados paliativos.

La mujer había visto a su médico unos días antes y Houchin dijo que estaba dispuesto a firmar su certificado de defunción porque se esperaba su muerte. Pero eso no había sucedido antes de que la encontraran con vida.

"Estoy seguro de que el asilo de ancianos y todos estarán atentos a lo sucedido", dijo Houchin. “Y estoy seguro de que mirarán y verán si es necesario elaborar nuevos protocolos o si se siguieron todos”.

Una mujer que contestó el teléfono en el asilo de ancianos se negó a hacer comentarios el martes.

En los incidentes reportados anteriormente, el año pasado una mujer fue declarada muerta prematuramente en Nueva York, pocos días después de que un asilo de ancianos de Iowa fuera multado con 10.000 dólares por hacer lo mismo.