La Tuta, el narco mexicano que cayó por culpa de un pastel de chocolate
La violencia en el estado mexicano de Michoacán ha tenido varias facetas, una de las más conocidas a nivel mundial fue cuando se organizaron los grupos de autodefensas para combatir al crimen organizado que en ese momento asolaba la región, entre los nombres de los narcos más temidos estaba el de Servando Gómez Martínez, alias “La Tuta”.
Aquel sanguinario y peligroso hombre que en un momento dedicó su vida a enseñar a los niños, ejerciendo por 5 años como maestro de primaria, se convirtió en el líder de Los Caballeros Templarios, un grupo que sembró terror en la Tierra Caliente michoacana, pero su reinado llegó a su fin por un inverosímil motivo.
Un pastel de chocolate hizo caer al hombre que comenzó su carrera criminal con La Familia Michoacana, un grupo criminal que hasta la fecha sigue causando muerte y destrucción, pero debido a las rencillas internas se debilitó y Gómez Martínez con algunos de sus aliados fundaron un nuevo cártel, tan cruel como el otro.
Su actividad delictiva comenzo en el año 2000, al formar parte de quienes se dedicaban al tráfico de drogas y otros delitos en Michoacán. Para el año 2012, cuando terminaba el sexenio del presidente Felipe Calderón, el apodo de “La Tuta” era ampliamente conocido, pero ni la guerra contra el narco podía derribarlo.
Al comenzar el sexenio de Enrique Peña Nieto, el líder criminal era un objetivo prioritario para las autoridades mexicanas, pero era casi imposible conocer su paradero, ya que contaba con la protección de servidores públicos y policías.
El pastel que causó su caída
Estar en la mira de las autoridades no le impedía a “La Tuta” operar con total impunidad en los estados de Guerrero y Michoacán, el Gobierno federal sabía que contaba con protección de elementos de dependencias gubernamentales, pero le seguía la pista.
De acuerdo con el diario Excélsior, uno de los informantes del narco fue el responsable de su caída registrada el 27 de febrero de 2015. Precisamente, el día en que el capo cumplía años, las autoridades confirmaron que la casa que ubicaron con anterioridad, en la que constantemente entraban sus protectores, era de Gómez Martínez.
Los agentes habían usado varios disfraces, de vendedores, técnicos, pero no encontraban pruebas suficientes para solicitar una orden de cateo, hasta aquel cumpleaños, el 6 de febrero de 2015, que vieron a mucha gente entrar, y una persona llevaba en sus manos un pastel de chocolate.
No era del informante el obsequio, solo era el intermediario, el pastel lo envió al capo su pareja sentimental, María Antonieta Luna Ávalos, como regalo por su cumpleaños número 49, según informó The Washington Post.
Tras las solicitudes correspondientes, cinco órdenes de aprehensión fueron liberadas contra “La Tuta”, después de que se le cumplimentaran, el narco fue trasladado al penal de máxima seguridad del Altiplano, ubicado en Almoloya de Juárez, en el Estado de México.
Allí, donde los más peligrosos capos han sido residuos, Servando Gómez fue sentenciado a 47 años de prisión y se le impusieron 13,050 días de multa por los delitos de delincuencia organizada y contra la salud.
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