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Cómo aplicar hielo en el rostro para combatir arrugas, acné y ojeras



Existen diversos trucos de belleza que ayudan a mejorar la apariencia del rostro. Existen métodos para disminuir las ojeras, cerrar los poros, aliviar rojeces, eliminar el acné o aumentar el crecimiento de las cejas y las pestañas. En el mercado hay diferentes productos cosmetológicos para combatir el envejecimiento facial.


Si eres una de las personas que busca evitar el envejecimiento del rostro con productos naturales, una opción es el uso del hielo. Es una técnica muy utilizada por las celebridades y que te contamos cómo puedes aplicarlo para combatir arrugas, acné y ojeras. Es importante que lo cubras con una tela suave para que no lastime la piel al pasarlo por toda la cara.



Así debes aplicar el hielo en el rostro

La aplicación del hielo en el rostro ayuda a hidratar, revitalizar y tonificar tu piel, gracias a los efectos del frío. Si quieres combatir arrugas, acné y ojeras te mostramos cómo debes realizar los masajes para lograrlo. Primero debes limpiar el rostro para poder aplicar el hielo envuelto en una tela suave. ar un mensaje sobre el cutis con movimientos circulares, en sentido de los músculos para que penetre mejor. Se recomienda realizar esta técnica una o dos veces al día.


La inflamación que se puede presentar en la cara tras un largo descanso puede ser disminuido por la temperatura del hielo, ya que logra estimular la circulación sanguínea, destensa los músculos faciales, revitaliza y tonifica la piel. Las zonas del rostro para realizar los movimientos circulares son: mejillas, frente, barbilla, labios, nariz, bajo los ojos, párpados y sienes. Es importante tener en cuenta que si vas a utilizarlo como solución temporal para tratar el acné, recuerda cambiar el paño y el hielo para cada zona de la piel., ello evita la propagación de bacterias de un área a otra.


Es recomendable luego de la aplicación del hielo sobre el rostro, colocar una crema humectante después de limpiar la cara y antes de aplicarlo, ya que ayuda a proteger y suavizar la piel. Evita la exposición al sol antes de tratar tu piel para evitar quemaduras solares e irritación. ES aconsejable consultar con un dermatólogo para que analice el tipo de cutis que tienes para así autorizar o no el uso de algún producto.



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